¿Trabajar en Grupo o Trabajar en Equipo?

Todos entendemos casi de manera intuitiva que no es lo mismo trabajar en grupo que en equipo.

Porque las diferencias de interacción son grandes en uno u otro supuesto, y el resultado final vendrá condicionado por las relaciones de trabajo y las relaciones personales entre sus componentes.

El trabajo como tarea solitaria e independiente está en franca decadencia.

Mientras que el grupo es la suma de individuales que no genera más  valor que el aunar los resultados autónomos en un resultado final, un equipo de trabajo, transciende esta perspectiva, abriendo una nueva ventana al conocimiento colectivo.

Hoy en día asistimos a un cambio del paradigma, y las empresas requieren cada vez más a sus trabajadores, el desarrollo de competencias de trabajo en equipo.


Las tendencias actuales del mercado de trabajo demandan trabajadores con habilidades para el trabajo en equipo, a fin de minimizar las discrepancias internas, maximizando la cooperación, y generando un mayor valor que repercutan tanto en  la organización como en los individuos que la integran.

El trabajo en equipo aúna habilidades sociales de compañerismo, facilidad para las relaciones interpersonales, entusiasmo por un objetivo no siempre relacionado con el interés personal, satisfacción en la aportación a una tarea común a través de acciones propias, trabajo en armonía, adaptación y asunción de las reglas, cohesión, solidaridad, y sentido de pertenencia.

En el equipo los resultados dependen de unos de quienes recibes y otros a quienes das. Este conocimiento compartido hace del equipo un ente más productivo y eficaz, que la suma de talentos individuales.



Y si hablamos de los resultados, el mérito siempre, siempre, es del equipo. Aquí no vale ponerse medallas individuales. Los resultados, buenos o malos, son siempre colectivos.